4 de octubre de 2011

Claro de luna


La noche toca a su fin. Ella continua obsesionada en la imagen que el espejo le devuelve de sus pechos, concentrada en traspasar la piel con su mirada para encontrar aquello que tanto le atormenta.
Se prepara un baño caliente y en la radio languidecen, uno tras otro, casi sin querer, los tristes y lentos acordes del “Claro de Luna” de Beethoven.
Se deja envolver por las cálidas aguas de la bañera y rompe a llorar lágrimas de angustia:
- ¡Tengo tantas cosas por hacer! - grita en silencio.
El piano deshoja sus últimas notas y ella se lamenta desconsolada:
- ¡Dios mío!, ¡Y aún no sé por dónde empezar!
Despunta el sol sobre el horizonte urbanizado y la ciudad va amaneciendo entre el do cada vez más lánguido y sostenido de la música y la dulce melancolía de un nuevo día.

A Paca, in memoriam.


FIN


(Cuento presentado en el VI Concurso de Microrrelatos Paréntesis 2011)

23 de septiembre de 2011

Locura transitoria


- Todos estos años de matrimonio han sido un auténtico infierno.
La lavadora no me ha sacado nunca el ojo de encima; el lavavajillas me ha puesto siempre mala cara al mal tiempo; el microondas no ha parado de calentarme la cabeza ni un solo instante; la cafetera me ha estado aguando la fiesta por puro placer; la batidora no ha dejado de darle vueltas a las cosas inútilmente; la plancha me tiene muy quemado y la aspiradora ha succionado toda la energía que me quedaba.
¿Sabes que te digo? ¡No quiero continuar así! Odio como me tratan estos monstruos. ¿Me oyes? ¡Quiero el divorcio! ¡Me voy de esta casa para siempre! ¿Quieres hacer el favor de terminar de hablar y atenderme? Eres insoportable. No te aguanto ni un minuto más.-
Y apagando el televisor, se marchó de casa dando un sonoro portazo.

FIN

(Cuento presentado en el VI Concurso de Microrrelatos Paréntesis 2011)



16 de septiembre de 2011

La suerte está echada


Por mucho que leo, no doy crédito. Esa “C” rota, mordida, desgarrada, arrancada, despedazada, dividida, troceada, casi inerte, acompañando a una “A” partida, violada, fraccionada, forzada, vulnerable, impía, como pendiendo de un hilo. Y después, una débil “N”, caída, serpenteante, talada, cardíaca, tortuosa, escéptica, pintarrajeada a brochazos. Hasta aquí mantengo la serenidad, tranquilo, respirando con armonía una falsa paz interior, consciente de la fragilidad de mi cuerpo.
Sin embargo, cuando de repente aparece de nuevo la “C”, esta vez agresiva, atenazadora, virulenta, torturadora, precediendo a esa rígida y esquelética “E”, sesgada, truncada, cadavérica, macabra, dejándome a merced de su sanguinario tridente, que a su vez empuja a una oronda “R”, acribillada, retorcida, horadada, verdugo chulesco que me acompaña hacia el cadalso donde pretende que firme mi propia sentencia de muerte, justo en ese preciso instante es cuando decido defender con valentía mi propia existencia.

FIN

(Cuento presentado en el VI Concurso de Microrrelatos Paréntesis 2011)

14 de septiembre de 2011

La Jungla de Cesped (The Grass Jungle) Part V



Camp Nou (Barcelona). Treinta minutos más tarde

“Pep, aquí por favor. Joan Poquí de Mundo Deportivo. ¿Cómo esperas el partido de mañana contra el Espanyol?:
Pues muy difícil, la verdad. Llegamos este final de temporada con la gasolina justa y eso se nota en el equipo. La circulación de balón es más lenta, la velocidad de los jugadores cuando no lo poseen se vuelve pesada, como si tuvieran plomo en las piernas. Dependemos de nosotros mismos y esperamos ganar para acercarnos un poco más a la Liga, pero no será fácil.
Aquí Pep, buenas tardes. David Bernabéu, de Cuatro. Después de la tensión generada en estos últimos cuatro clásicos, ¿No te parece extraño el silencio en el que se ha encerrado Mourinho? Por lo que parece, no va a hablar más con los medios de comunicación por lo que resta de temporada. ¿Qué piensas al respecto?
Me parece la mejor idea que ha tenido en toda la temporada. Es el mejor entrenador del mundo pero, sinceramente, calladito está más guapo. Solo espero que el año que viene siga tan tranquilo como está ahora. Si no, ya sabe lo que le espera, aquí no nos andamos con bromas. ¡Más le vale!"


FIN

N. del A: Todos los nombres propios de personas, lugares, declaraciones y cualesquiera parecidos con la realidad es pura coincidencia, solo existente en la pervertida y malintencionada imaginación del que suscribe…. ¡O no!

(Este cuento ya ha sido publicado en la revista "La Murada" en su edición del 2011) 


La Jungla de Cesped (The Grass Jungle) Part IV


Barcelona, 6 de mayo. 13:35h

“La Comisión de Control y Disciplina deportiva de la UEFA acordó hoy sancionar a Jose Mourinho con cinco partidos, uno ya cumplido y el quinto en suspenso durante los próximos tres años, por sus declaraciones tras el partido de ida de las semifinales de la Champions, en el que fue expulsado por protestar la exclusión del jugador Pepe en el minuto sesenta. Desde entonces, las maneras del luso han cambiado como de la noche a la mañana, no acude a las ruedas de prensa pre o post partidos, el segundo entrenador, Aitor Karanka, es el encargado de hablar con los periodistas y es poco frecuente verlo por las instalaciones que el club tiene en Valdebevas. Si hemos de ser sinceros, este hombre no es el mismo que aterrizó en el Bernabéu en verano pasado. El cambio radical de su actitud entorpece el necesario equilibrio de la plantilla, la paciencia de la directiva y la frágil moral del aficionado. Por el contrario, el Barça vuela hacia los títulos de Liga y Champions sin que nadie se le cruce en el camino.
Pepe Gutiérrez, Barcelona, ¿Cómo se vive desde la Ciudad Condal la sorprendente actitud de....” ¡clic!
Cierra la televisión y se dirige lentamente hacia el mueble bar donde se sirve una copa con mucho hielo que atiborra de vodka. Después de saborear un primer trago, largo y agradable, se dirige hacia el teléfono móvil que tiene sobre el escritorio. Marca un número que conoce de memoria y durante la espera, vuelve a darle un sorbo a la copa helada.
- Hola, nen, soy Jan. ¿Has oído las noticias de Madrid? Sí, sí, ¿Qué te dije? ¿Ha valido la pena “invertir” ese dinero o no? - dice gozoso del éxito logrado - Creo que a partir de ahora reinará la paz y la tranquilidad. Puedes estar plenamente convencido que no volverá a entorpecer nuestra misión. Tenemos que ganar la competición en España y en Europa. Nos jugamos demasiados millones en las apuestas como para que un advenedizo de la talla del portugués nos fastidie el futuro - otro largo trago del licor le refresca el gaznate mientras escucha con placidez a su interlocutor - ¡Ni lo pienses! habría sido muy difícil con esta mosca cojonera tocándonos las narices todos los días por tierra, mar y twitter - dice convencido de sus palabras - A partir de ahora lo vamos a perder de vista durante una buena temporada y, ¿quién sabe?, con un poco de suerte se vuelve a Londres y muerto el perro se acaba la rabia. Mejor olvídalo cuanto antes y céntrate en el trabajo. - sentencia antes de cambiar de tema.
- Por cierto - continúa con la conversación - ¿Te ha comentado Sandro algo respecto al cambio de actitud del “pájaro”? - esperando respuesta, un nuevo trago y acaba con la copa – Es básico que no sospeche nada, ¿entiendes? Con lo pardillo que es, sería un auténtico desastre que supiera lo nuestro. ¡Confío en ti! ¿Te paso a buscar en coche? No te demores mucho ¿Ok? - dice orgulloso de su poder de convicción - Y borra todo de la memoria. Este tema está muerto y enterrado.......

(Este cuento ya ha sido publicado en la revista "La Murada" en su edición del 2011)

13 de septiembre de 2011

La Jungla de Cesped (The Grass Jungle) Part III


Sant Quirze del Vallès (Barcelona), 4 de mayo. 04:06h


“Y para finalizar con economía, el Ibex cerró neutro, lo que fue un milagro con un paro de 4,9 millones de personas y una caída brutal de las ventas minoristas, que muestran la tremenda atonía existente. España carece en economía del pulso que le sobra en deseos de que las cosas recuperen la normalidad.
Deportes: No se ganó ningún título, pero lo parecía. Canaletas se vistió de gala para conmemorar la clasificación para la final de la Liga de Campeones y, sobre todo, la eliminación de un Real Madrid travestido de José Mourinho, a imagen y semejanza de un técnico que ha convertido la protesta, el exabrupto y....” ¡clic!

A pesar de la primavera, el enorme aguacero de la tarde ha dejado paso a un viento penetrante y frío que hace más desapacible la espera. Ni las intensas caladas al enésimo pitillo son capaces de llevar algo de serenidad al estado de agitación en que se encuentra. A lo lejos se vislumbran los faros de un auto que, lentamente, viene acercándose al lugar donde permanece estacionado el vehículo que ha alquilado por unos días. Abre la portezuela del conductor, incorporándose hacia el exterior mientras apaga con la suela de su zapato la colilla encendida. Un escalofrío recorre su espina dorsal de norte a sur, a pesar que se frota incansablemente abrazándose con ambas manos para darse unas energías de las que carece.
El vehículo se detiene frente a él pero no para el motor ni apaga los faros frontales, lo que produce un efecto contraluz casi cegador. Entre la bruma que surge del resplandor, aparecen dos sombras de apariencia masculina que se acercan a un par de metros donde se encuentra:
- ¿Qué tal, amigo? ¿Cómo se ha quedado nuestro hombre? No habrá sufrido daño alguno, ¿verdad? - Las “eles” geminadas eran lo más remarcable de sus palabras. Habla el mismo de la primera cita y no adivina en él el más mínimo atisbo de inquietud.
- Esperamos que el trabajo haya quedado pulcro, tal como planeamos. Cualquier error por pequeño que sea, una palabra más de la cuenta con la persona incorrecta o en el lugar equivocado y ya puedes rezar lo que sepas, ten la certeza de que serás fiambre, tú o cualquiera de tus amigos.
- Que no ¡coño! - responde a la ofensa con vehemencia – ¿Y quién cojones es éste, si puede saberse? ¿No habíamos quedado tú y yo aquí solos?
- Por él no tienes de qué preocuparte. Es quien paga - tranquiliza su interlocutor.
- De acuerdo, tú sabrás lo que haces – dice despreocupándose - Todo ha salido a pedir de boca. Dentro de un par de horas se despertará entre putas y travestidos, los recuerdos en su cabeza serán confusos y el aturdimiento hará el resto. Cuando pueda recordar lo sucedido, vosotros no se donde estaréis pero yo andaré muy lejos de aquí, de eso podéis estar seguros.
- Bien, eso está muy, muy bien. Espero que se tranquilice durante un tiempo, lo suficiente para que podamos acabar el trabajo que tenemos entre manos. Queremos vivir tranquilos y este sujeto solo hace que tocarnos “els collons”- (¿De qué conoce a aquel tipo? Su voz le es familiar).
Entre el claroscuro, surge el acompañante, al que intuye más pequeño que el primero, pero sin atisbar otro rasgo físico destacable. Deja una mochila a medio camino entre él y donde se encuentran ellos y vuelve despacio a la par que comenta con voz enérgica:
- Aquí tienes el resto de lo prometido, dos millones y medio de euros en metálico, billetes pequeños, usados y sin marcar. Con esta “propina” cerramos el trato y no nos hemos visto en la vida, ¿Ok? Si alguna vez volvemos a necesitar de tus servicios, sabrás de nosotros por el mismo conducto que esta vez. ¿De acuerdo? - pregunta con voz severa - Espera diez minutos a que nos hayamos ido y podrás largarte. ¡Y al loro! No intentes seguirnos, no hagas nada raro. Si te portas bien, no tienes por qué preocuparte. Ya sabes que estás constantemente vigilado. ¡Buena suerte! Y en un visto y no visto, los dos hombres maniobran el coche para incorporarse a la autopista.
¡Buena suerte! - resopla nervioso -...y ¡buenas noches!

(Este cuento ya ha sido publicado en la revista "La Murada" en su edición del 2011)

29 de julio de 2011

La Jungla de Cesped (The Grass Jungle) Part II


Barcelona, 4 de mayo. 00:55h

“Mourinho ni estuvo ni se le esperó esta noche en el Camp Nou, aunque hemos llegado a especular con que pretendía instalarse entre los 1.500 seguidores blancos. Ni antes ni después del encuentro. Lo más notorio de la situación es que el público azulgrana ni siquiera se ha acordado del entrenador merengue, al que tantos cánticos ha dedicado. Sin Mou, todo ha discurrido con más calma, sin sus provocaciones, sus aspavientos, sus protestas, las mismas que hace un año, en el encuentro de semifinales frente al Inter, enervaron al respetable del Camp Nou. Este partido anduvo en paradero desconocido y hay que reconocer que tanto el estadio azulgrana como su equipo no le echaron para nada de menos. Demasiado veneno para tan poco trofeo. Tenemos una nueva entrevista en el set de Onda Cero, damos paso a...." ¡clic!

- Jefe, deje la radio encendida, joder, quiero seguir escuchando lo que dicen del pollo este. Parece mentira que hayan picado el anzuelo, ¿verdad? Se lo han tragado hasta el fondo. ¿Cómo es posible que nadie se haya dado cuenta del cambiazo? - reía como un niño el ex boxeador.

La casa, en las afueras de la ciudad, está abandonada y las risas de Pedro resuenen entre sus ruinosas paredes. Los cuatro delincuentes se encuentran en una estancia que bien podría haber sido un enorme y lujoso salón. Mourinho permanece sentado sobre una vieja caja de cervezas, en una habitación contigua, maniatado, encapuchado y mascullando improperios entre dientes.

- Santos, deja que te haga una pregunta - suelta de pronto Antonio con un punto de sorna - ¿Y de ésto, cuando hablaremos? - sonríe irónico mientras frota impulsivo los dedos índice y pulgar de su mano derecha refiriéndose al dinero que van a recibir tras el golpe.

- Todo a su debido tiempo. Pues os contaba que después del partido, he salido del hotel para encontrarme con el autocar del equipo que se dirigía hacia el aeropuerto. Todas las cámaras de televisión estaban allí para recoger unas imágenes que ya están dando la vuelta al mundo. Una vez subido al vehículo, el personal andaba cabizbajo y sin muchas ganas de hablar, cosa que me ha ido de narices, nadie se ha percatado de mi presencia. Justo cuando hemos llegado a la terminal y, dándole una vuelta más de tuerca a mi papel estelar, me he encaminado hacia las cámaras y con evidentes signos de cabreo y mala educación, he mostrado toda mi indignación y perplejidad por el resultado del encuentro haciendo el cafre, jajajaja....ha sido una actuación portentosa. Si Orson Welles levantara la cabeza.....

- ¿Y cómo has podido esfumarte entre tanta gente?- pregunta entusiasmado Juan “el Palancas” mientras se mueve inquieto en la silla donde está sentado.

- Muy fácil – responde con evidentes dosis de soberbia - Nada es tan sencillo como desaparecer en un aeropuerto. Como te decía, cada uno iba a lo suyo y nadie reparaba en nadie. Unas repentinas ganas de orinar ha sido la excusa perfecta para hacer mutis por el foro. Cuando han querido darse cuenta, ya estaban a veinticinco mil pies de altura. La llamada del presidente ha sido el colofón a mi obra maestra:

- Florentino - le digo- siento no volver con vosotros. Un lío de faldas, ya sabes como son estas cosas. Te pido máxima discreción con los chicos, la prensa y, sobre todo, con la familia. Invéntate lo que se te ocurra pero te pido encarecidamente que me guardes el secreto - Un lío de faldas, jajajaja..... ¡Pobre iluso!

- Santos - alza una voz solemne Antonio - te he preguntado por el parné.

- Déjame terminar, ¡cojones! Aún no he acabado - escupe más que habla el interpelado - De aquí a un par de horas hemos quedado en los alrededores del Camp Nou. Ya sabes el tipo de zona que es a estas horas de la noche. Nadie se fijará en nosotros, puedes estar seguro de ello. Si el narcótico que le daremos hace su efecto, estará durmiendo hasta el amanecer. La gente lo tomará por un borracho y no le harán ni puto caso - El monólogo iba subiendo de intensidad en proporción a su cínica sonrisa.

- Después de traeros de vuelta, me dirigiré a un área de servicio de la autopista C-58, a la altura Sant Quirze del Vallès, más o menos. Allí he de cerrar el acuerdo con quien nos ha contratado. Si todo sale como he calculado, antes que salga el sol cada uno de nosotros será cien mil euros más rico...bueno, yo doscientos mil, que para algo soy el jefe - dijo mintiendo descaradamente a sus cómplices.

Mientras los tres secuaces quedan conformes con las explicaciones del cabecilla, éste se seca el sudor de las manos a causa del nerviosismo que le produce el final cercano, la soñada caída del telón entre los vítores y aplausos de la multitud enfervorizada. Su opera prima como director y productor. Un verdadero éxito.


- ¡Muchachos! ¡Sincronicemos los relojes! – dice Santos excitado, parodiando a Corin Nemec en “Parker Lewis nunca pierde” - Saldremos a la una treinta en dirección al estadio. A las dos quince os dejaré aquí y me dirigiré hacia el punto de encuentro donde he de llegar hacia las tres más o menos. Si no hay contratiempos, a las cuatro y cuarto estaré de vuelta - calcula preocupado.

- Si a las cinco de la mañana no he regresado, nos encontramos en el piso de Madrid mañana por la tarde, ¿De acuerdo? ¿Alguna duda? - pregunta sin esperar respuesta.

- Bien, manos a la obra entonces - se escupe en cada mano Pedro Romero - esto va a ser pan comido.

(Este cuento ha sido enviado a la revista "La Murada" para su posible publicación en la edición del 2011)

10 de julio de 2011

La Jungla de Cesped (The Grass Jungle) (Part I)


Madrid, 27 de Abril. 23:30h

"No, para nada. Estamos hablando de un equipo fantástico, que nadie cambie mis palabras, pero no entiendo por qué en un partido como el de hoy hace lo que ha hecho. Tendremos que ir a Barcelona con todo nuestro orgullo, sin Pepe que no ha hecho nada, sin Ramos que no ha hecho nada y sin mí, que tampoco podré sentarme en el banquillo. Sobre el entrenador rival no quiero opinar, ya se que ha ganado una Champions pero a mí me daría vergüenza ganarla de la forma como lo hizo.
No sé si es la publicidad de Unicef, no sé si es porque son muy simpáticos. ¿Por qué? Esa es la pregunta. ¿Por qué? Espero no vivir toda mi vida con esta cuestión y que un día pueda encontrar la respuesta".

Y con estas palabras acabó su rueda de prensa el técnico portugués, muy molesto por la actuación del colegiado alemán Wolfgang Stark, que le mandó a la caseta tras dejar de nuevo a su equipo con diez, dando además la eliminatoria por perdida”.

Y ahora pasemos a las noticias meteorológicas. Una espectacular tormenta ha cerrado esta misma tarde...." ¡clic!

Dentro de aquella angosta habitación, el más alto de los tres hombres allí reunidos apaga el televisor y se dirige a los otros dos:

- ¡Bien! ¡Perfecto! las cosas están saliendo a pedir de boca. El plan del jefe se está cumpliendo a rajatabla. Ahora tenemos algo más de tiempo y trabajaremos con un poco de calma, sin tanta presión como estos últimos días. ¿No os parece?- dice con un suspiro de alivio.

- Bueno, quizá tengas razón, "Palancas"- apunta el que está en un rincón de la estancia, sentado con la silla del revés, apoyando sus fuertes brazos en el respaldo y moviendo sin parar los restos de un palillo entre sus dientes ennegrecidos - pero seguimos teniendo muy poco tiempo para hacerlo y no podemos cagarla. Si metemos la pata ahora, todo se irá al traste y entonces sí que tendremos problemas de verdad. El jefe nos dará matarile- habla con voz trémula.

Pedro Romero, alias "Píter" por su personal manera de cantar canciones en un inglés que solo él es capaz de entender, era carne de gimnasio, ex boxeador, ex portero de clubes nocturnos, ex matón de alquiler, ex de casi todos los oficios conocidos y cobrando una prestación por invalidez que nadie de su entorno ha sido capaz jamás de saber como la consiguió.

- Tranquilízate, "Píter", no tienes por qué preocuparte. Todo está pensado al detalle. Tú limítate a obedecer y nosotros haremos el resto, ¿De acuerdo?- manda con autoridad Juan Pozuelo, el que llaman "el Palancas" debido a su pasado como especialista en abrir robustas cajas fuertes con pasmosa facilidad, como si estuviera abriendo la mismísima puerta del Portal de Belén, como cuentan sus colegas de fechorías.

Mientras, callado y atento a la conversación que están teniendo sus dos compañeros, Antonio Peces, conocido en el mundillo del hampa como "Tiburón", en parte por su capacidad de ganar dinero fácil, en parte por culpa del apellido de un padre al que nunca conoció, le da vueltas en la cabeza a una idea nada descabellada por absurda que parezca.

- ¿Qué os parece si nos lo cargamos y asunto concluido?- suelta por esa boca como el que silba una canción de cuna.

- ¡¡¡ ¿Queeeé?!!! - exclaman al unísono el dúo, incrédulos a lo que estaban oyendo.

- Lo he estado pensando. Es muy fácil. Lo soltamos en el Ventorro de la puñalá y cuando se de media vuelta... ¡Bang! ¡Bang! Asunto concluido. No hay curiosos ni preguntas. Cobramos la pasta y ahuecamos el ala.

- No jodas, Antonio. Ese no es el plan y no verías ni un puto duro, lo sabes mejor que yo. Lo único que conseguirás es echarnos la pasma encima y éstos no descansarán hasta dar con nosotros. Ya sabes como se las gastan- habla con semblante serio Juan Pozuelo - Lo más prudente es seguir con lo establecido y eso pasa por seguir a pies juntillas las instrucciones que nos ha dado el jefe, ¿entiendes? Solo hacer lo que él nos mande, sin más.

¡Toc! ¡Toc! ¡Tocotoc! ¡Toc! ¡Tocotoc!

- Abre, Píter, ¡Debe ser él! - manda Antonio

Romero obedece sin pestañear, abre la puerta y franquea el paso al cabecilla de la operación.

Después de unos sencillos trucos de maquillaje y peluquería, Santos Cabezas es, a ojos vista, la mismísima imagen del entrenador del Real Madrid, 1,80 cm. de altura, 75 kg. de peso, alrededor de 50 años, pelo cano, ojos verdes, sonrisa socarrona y pose chulesca. Santos, mediocre actor de reparto, quiere dejar a un lado la pobreza en la que está inmerso desde hace demasiado tiempo, casi desde que tiene uso de razón. Con la ayuda de estos tres parias, ha secuestrado al verdadero Jose Mourinho por orden de un desconocido que le prometió dinero suficiente para no tener que volver a trabajar en la vida. Y para muestra, el mejor botón en forma de cien mil euros de anticipo.

- Tan solo es un cinco por ciento del total - le espetó aquella sombra en el aparcamiento donde se habían citado. Solo fue capaz de detectar en él un profundo acento catalán. El resto llegaría una vez acabado el trabajo.

- ¿Cómo está el pájaro?- pregunta escueto al más espabilado de los tres.

- Ahí dentro lo tenemos. No ha querido comer nada e insiste en que lo soltemos, amenazándonos con no se cuantas plagas bíblicas, que no sabemos con quién nos la estamos jugando y que nos dará mucho dinero si lo ponemos inmediatamente en libertad. Le he dado una buena patada en el culo para que callara - contesta eufórico Tiburón.

- ¡Bien! Vamos a pasar a la acción. Aprovechando la excusa de la sanción que me van a meter por las declaraciones de hoy, no volveré a entrenar con el equipo hasta la próxima semana. Tiempo suficiente para desplazarnos hasta Barcelona para jugar el partido de vuelta y culminar allí la operación. Sin duda será todo un éxito.

- ¿No tienes miedo que descubran tu verdadera identidad? - pregunta orgulloso Juan

- No, desconozco lo que es el miedo. Pero tampoco minusvaloro el poder de observación del resto del mundo. Alguien de su entorno más próximo, la mujer, los hijos, quizá su querida podrían darse cuenta del cambiazo y el cariz que tomarían las cosas sería catastrófico. Tenemos que ser muy cautelosos y darnos mucha prisa.

- ¡A la orden, jefe! - grita con marcialidad el bruto de Píter.

- En marcha pues- suelta Santos con voz firme. No hay tiempo que perder...

(Este cuento ha sido enviado a la revista "La Murada" para su posible publicación en la edición del 2011)

21 de marzo de 2011

Seres anónimos



Los he visto mendigando de madrugada en los fríos andenes de la estación junto a sus exiguas y desvencijadas pertenencias. Son seres anónimos que evidencian la fragilidad de nuestras vidas, personas respetables que dejaron de serlo sepultadas por la multitud enardecida, almas en pena a los que afligimos por nuestra desgarradora indiferencia, víctimas terminales de un cosmopolitismo abyecto, proyectos vitales que quedaron desparramados sobre el asfalto, historias tatuadas a fuego lento donde borrar los errores no resulta nada fácil.

Te escribo unas pocas líneas para dejar huella de estos seres que no son tan ajenos como pensamos. Por desgracia, la gran mayoría de ellos quedarán enterrados para siempre en la papelera de reciclaje de nuestra memoria.

Si alguna cosa podemos hacer por ellos es evidente que no la estamos haciendo.

(Este microrrelato fué presentado al V Concurso de Microrrelatos de la Asociación Cultural Paréntesis en Septiembre 2010)