23 de septiembre de 2011

Locura transitoria


- Todos estos años de matrimonio han sido un auténtico infierno.
La lavadora no me ha sacado nunca el ojo de encima; el lavavajillas me ha puesto siempre mala cara al mal tiempo; el microondas no ha parado de calentarme la cabeza ni un solo instante; la cafetera me ha estado aguando la fiesta por puro placer; la batidora no ha dejado de darle vueltas a las cosas inútilmente; la plancha me tiene muy quemado y la aspiradora ha succionado toda la energía que me quedaba.
¿Sabes que te digo? ¡No quiero continuar así! Odio como me tratan estos monstruos. ¿Me oyes? ¡Quiero el divorcio! ¡Me voy de esta casa para siempre! ¿Quieres hacer el favor de terminar de hablar y atenderme? Eres insoportable. No te aguanto ni un minuto más.-
Y apagando el televisor, se marchó de casa dando un sonoro portazo.

FIN

(Cuento presentado en el VI Concurso de Microrrelatos Paréntesis 2011)



16 de septiembre de 2011

La suerte está echada


Por mucho que leo, no doy crédito. Esa “C” rota, mordida, desgarrada, arrancada, despedazada, dividida, troceada, casi inerte, acompañando a una “A” partida, violada, fraccionada, forzada, vulnerable, impía, como pendiendo de un hilo. Y después, una débil “N”, caída, serpenteante, talada, cardíaca, tortuosa, escéptica, pintarrajeada a brochazos. Hasta aquí mantengo la serenidad, tranquilo, respirando con armonía una falsa paz interior, consciente de la fragilidad de mi cuerpo.
Sin embargo, cuando de repente aparece de nuevo la “C”, esta vez agresiva, atenazadora, virulenta, torturadora, precediendo a esa rígida y esquelética “E”, sesgada, truncada, cadavérica, macabra, dejándome a merced de su sanguinario tridente, que a su vez empuja a una oronda “R”, acribillada, retorcida, horadada, verdugo chulesco que me acompaña hacia el cadalso donde pretende que firme mi propia sentencia de muerte, justo en ese preciso instante es cuando decido defender con valentía mi propia existencia.

FIN

(Cuento presentado en el VI Concurso de Microrrelatos Paréntesis 2011)

14 de septiembre de 2011

La Jungla de Cesped (The Grass Jungle) Part V



Camp Nou (Barcelona). Treinta minutos más tarde

“Pep, aquí por favor. Joan Poquí de Mundo Deportivo. ¿Cómo esperas el partido de mañana contra el Espanyol?:
Pues muy difícil, la verdad. Llegamos este final de temporada con la gasolina justa y eso se nota en el equipo. La circulación de balón es más lenta, la velocidad de los jugadores cuando no lo poseen se vuelve pesada, como si tuvieran plomo en las piernas. Dependemos de nosotros mismos y esperamos ganar para acercarnos un poco más a la Liga, pero no será fácil.
Aquí Pep, buenas tardes. David Bernabéu, de Cuatro. Después de la tensión generada en estos últimos cuatro clásicos, ¿No te parece extraño el silencio en el que se ha encerrado Mourinho? Por lo que parece, no va a hablar más con los medios de comunicación por lo que resta de temporada. ¿Qué piensas al respecto?
Me parece la mejor idea que ha tenido en toda la temporada. Es el mejor entrenador del mundo pero, sinceramente, calladito está más guapo. Solo espero que el año que viene siga tan tranquilo como está ahora. Si no, ya sabe lo que le espera, aquí no nos andamos con bromas. ¡Más le vale!"


FIN

N. del A: Todos los nombres propios de personas, lugares, declaraciones y cualesquiera parecidos con la realidad es pura coincidencia, solo existente en la pervertida y malintencionada imaginación del que suscribe…. ¡O no!

(Este cuento ya ha sido publicado en la revista "La Murada" en su edición del 2011) 


La Jungla de Cesped (The Grass Jungle) Part IV


Barcelona, 6 de mayo. 13:35h

“La Comisión de Control y Disciplina deportiva de la UEFA acordó hoy sancionar a Jose Mourinho con cinco partidos, uno ya cumplido y el quinto en suspenso durante los próximos tres años, por sus declaraciones tras el partido de ida de las semifinales de la Champions, en el que fue expulsado por protestar la exclusión del jugador Pepe en el minuto sesenta. Desde entonces, las maneras del luso han cambiado como de la noche a la mañana, no acude a las ruedas de prensa pre o post partidos, el segundo entrenador, Aitor Karanka, es el encargado de hablar con los periodistas y es poco frecuente verlo por las instalaciones que el club tiene en Valdebevas. Si hemos de ser sinceros, este hombre no es el mismo que aterrizó en el Bernabéu en verano pasado. El cambio radical de su actitud entorpece el necesario equilibrio de la plantilla, la paciencia de la directiva y la frágil moral del aficionado. Por el contrario, el Barça vuela hacia los títulos de Liga y Champions sin que nadie se le cruce en el camino.
Pepe Gutiérrez, Barcelona, ¿Cómo se vive desde la Ciudad Condal la sorprendente actitud de....” ¡clic!
Cierra la televisión y se dirige lentamente hacia el mueble bar donde se sirve una copa con mucho hielo que atiborra de vodka. Después de saborear un primer trago, largo y agradable, se dirige hacia el teléfono móvil que tiene sobre el escritorio. Marca un número que conoce de memoria y durante la espera, vuelve a darle un sorbo a la copa helada.
- Hola, nen, soy Jan. ¿Has oído las noticias de Madrid? Sí, sí, ¿Qué te dije? ¿Ha valido la pena “invertir” ese dinero o no? - dice gozoso del éxito logrado - Creo que a partir de ahora reinará la paz y la tranquilidad. Puedes estar plenamente convencido que no volverá a entorpecer nuestra misión. Tenemos que ganar la competición en España y en Europa. Nos jugamos demasiados millones en las apuestas como para que un advenedizo de la talla del portugués nos fastidie el futuro - otro largo trago del licor le refresca el gaznate mientras escucha con placidez a su interlocutor - ¡Ni lo pienses! habría sido muy difícil con esta mosca cojonera tocándonos las narices todos los días por tierra, mar y twitter - dice convencido de sus palabras - A partir de ahora lo vamos a perder de vista durante una buena temporada y, ¿quién sabe?, con un poco de suerte se vuelve a Londres y muerto el perro se acaba la rabia. Mejor olvídalo cuanto antes y céntrate en el trabajo. - sentencia antes de cambiar de tema.
- Por cierto - continúa con la conversación - ¿Te ha comentado Sandro algo respecto al cambio de actitud del “pájaro”? - esperando respuesta, un nuevo trago y acaba con la copa – Es básico que no sospeche nada, ¿entiendes? Con lo pardillo que es, sería un auténtico desastre que supiera lo nuestro. ¡Confío en ti! ¿Te paso a buscar en coche? No te demores mucho ¿Ok? - dice orgulloso de su poder de convicción - Y borra todo de la memoria. Este tema está muerto y enterrado.......

(Este cuento ya ha sido publicado en la revista "La Murada" en su edición del 2011)

13 de septiembre de 2011

La Jungla de Cesped (The Grass Jungle) Part III


Sant Quirze del Vallès (Barcelona), 4 de mayo. 04:06h


“Y para finalizar con economía, el Ibex cerró neutro, lo que fue un milagro con un paro de 4,9 millones de personas y una caída brutal de las ventas minoristas, que muestran la tremenda atonía existente. España carece en economía del pulso que le sobra en deseos de que las cosas recuperen la normalidad.
Deportes: No se ganó ningún título, pero lo parecía. Canaletas se vistió de gala para conmemorar la clasificación para la final de la Liga de Campeones y, sobre todo, la eliminación de un Real Madrid travestido de José Mourinho, a imagen y semejanza de un técnico que ha convertido la protesta, el exabrupto y....” ¡clic!

A pesar de la primavera, el enorme aguacero de la tarde ha dejado paso a un viento penetrante y frío que hace más desapacible la espera. Ni las intensas caladas al enésimo pitillo son capaces de llevar algo de serenidad al estado de agitación en que se encuentra. A lo lejos se vislumbran los faros de un auto que, lentamente, viene acercándose al lugar donde permanece estacionado el vehículo que ha alquilado por unos días. Abre la portezuela del conductor, incorporándose hacia el exterior mientras apaga con la suela de su zapato la colilla encendida. Un escalofrío recorre su espina dorsal de norte a sur, a pesar que se frota incansablemente abrazándose con ambas manos para darse unas energías de las que carece.
El vehículo se detiene frente a él pero no para el motor ni apaga los faros frontales, lo que produce un efecto contraluz casi cegador. Entre la bruma que surge del resplandor, aparecen dos sombras de apariencia masculina que se acercan a un par de metros donde se encuentra:
- ¿Qué tal, amigo? ¿Cómo se ha quedado nuestro hombre? No habrá sufrido daño alguno, ¿verdad? - Las “eles” geminadas eran lo más remarcable de sus palabras. Habla el mismo de la primera cita y no adivina en él el más mínimo atisbo de inquietud.
- Esperamos que el trabajo haya quedado pulcro, tal como planeamos. Cualquier error por pequeño que sea, una palabra más de la cuenta con la persona incorrecta o en el lugar equivocado y ya puedes rezar lo que sepas, ten la certeza de que serás fiambre, tú o cualquiera de tus amigos.
- Que no ¡coño! - responde a la ofensa con vehemencia – ¿Y quién cojones es éste, si puede saberse? ¿No habíamos quedado tú y yo aquí solos?
- Por él no tienes de qué preocuparte. Es quien paga - tranquiliza su interlocutor.
- De acuerdo, tú sabrás lo que haces – dice despreocupándose - Todo ha salido a pedir de boca. Dentro de un par de horas se despertará entre putas y travestidos, los recuerdos en su cabeza serán confusos y el aturdimiento hará el resto. Cuando pueda recordar lo sucedido, vosotros no se donde estaréis pero yo andaré muy lejos de aquí, de eso podéis estar seguros.
- Bien, eso está muy, muy bien. Espero que se tranquilice durante un tiempo, lo suficiente para que podamos acabar el trabajo que tenemos entre manos. Queremos vivir tranquilos y este sujeto solo hace que tocarnos “els collons”- (¿De qué conoce a aquel tipo? Su voz le es familiar).
Entre el claroscuro, surge el acompañante, al que intuye más pequeño que el primero, pero sin atisbar otro rasgo físico destacable. Deja una mochila a medio camino entre él y donde se encuentran ellos y vuelve despacio a la par que comenta con voz enérgica:
- Aquí tienes el resto de lo prometido, dos millones y medio de euros en metálico, billetes pequeños, usados y sin marcar. Con esta “propina” cerramos el trato y no nos hemos visto en la vida, ¿Ok? Si alguna vez volvemos a necesitar de tus servicios, sabrás de nosotros por el mismo conducto que esta vez. ¿De acuerdo? - pregunta con voz severa - Espera diez minutos a que nos hayamos ido y podrás largarte. ¡Y al loro! No intentes seguirnos, no hagas nada raro. Si te portas bien, no tienes por qué preocuparte. Ya sabes que estás constantemente vigilado. ¡Buena suerte! Y en un visto y no visto, los dos hombres maniobran el coche para incorporarse a la autopista.
¡Buena suerte! - resopla nervioso -...y ¡buenas noches!

(Este cuento ya ha sido publicado en la revista "La Murada" en su edición del 2011)